Infiernos en el cibao

LA ANUNCIADA MODERNIDAD AÚN NO LLEGA A LOS RECINTOS PENITENCIARIOS DE LA ZONA NORTE

Santiago

En  condiciones infrahumanas conviven los reclusos de las cárceles preventivas de la mayoría de las provincias del Cibao, aunque la situación es más grave en Puerto Plata, Monte Cristi, San Francisco de Macorís, Santiago, La Vega y Cotuí.

 Organismos de derechos humanos y familiares de los ciudadanos que se encuentran privados de su libertad de manera preventiva, levantaron su voz de protesta, llamando la atención de las autoridades del ministerio público que estiman “necesario” mejorar la situación.

Ese no es un penal
La pequeña cárcel preventiva de Puerto Plata parece “una ergástula romana”, ya que más de medio centenar de presos preventivos permanecen en condiciones infrahumanas y deplorables, denunció ayer el presidente ad vitam de la Comisión Dominicana de los Derechos Humanos en esa provincia, profesor José Atiles.

Asimismo, Atiles observó que es muy grave el hacinamiento de los detenidos en la cárcel preventiva de Puerto Plata, la cual actualmente funciona en una estrecha celda en la parte trasera de la sede de la Dirección Regional Norte de la Policía Nacional.

El activista de derechos humanos manifestó que en ese presidio no hay luz, ni ventilación y que el calor se torna insoportable, sin importar la estación del año, lo que obliga a los reclusos a permanecer semidesnudos.

En tanto que los familiares de estos aseguran que se encuentran “apilados” unos encima de otros, como si fueran “sardinas en lata”.

También los reos, por medio de sus parientes y organismos de derechos humanos, denunciaron que sus necesidades fisiológicas las realizan en un hoyo donde el hedor de los orines y los excrementos fermentados se torna irresistible.

El camarógrafo Francis Morales, del programa Noticias TV Plata, del canal 3 de Puerto Plata que produce el colaborador del Listín Diario en esa provincia Antonio Heredia, así como del espacio Detrás del Rumor, lograron tomar algunas imágenes que fueron facilitadas a este periódico, sobre  las condiciones en que permanecen los presos en esa cárcel.

La alimentación
Otra de las penurias, que de acuerdo con activistas de derechos humanos y sus familiares, padecen los reclusos es el insuficiente suministro de alimentos.

Denunciaron que en muchas de esas cárceles preventivas, como las de Puerto Plata y Monte Cristi, un plato de comida debe ser compartido hasta por seis presos.

Los presidiarios que esperan por medidas de coerción en Puerto Plata se quejaron porque no pueden bañarse debido a que no disponen de agua.

También afirman que duermen en el piso y semidesnudos para mitigar el fuerte calor en medio de cuatro paredes mugrientas y sin pintar, lo que les estaría causando graves erupciones cutáneas y otras afecciones de salud.

 Entrevistado al respecto por periodistas puertoplateños, el fiscal de Puerto Plata, Osvaldo Bonilla Hiraldo, aseguró que se hacen diligencias con la Dirección General de Prisiones para construir una nueva cárcel preventiva, de manera que a los ciudadanos privados de su libertad se les garantice su dignidad y derechos fundamentales.

Situación en Santiago
Aunque las autoridades carcelarias y del ministerio público en Santiago se han negado a referirse a la situación de la cárcel preventiva que funciona en el Palacio de Justicia, el jurista Dionisio Jerez, presidente de la Comisión de los Derechos Humanos en la zona, en declaraciones al Listín Diario, definió como grave la situación de ese presidio.

Dice el activista que lo que ocurre en la cárcel preventiva de Santiago es realmente dramático y deplorable.

Jerez estimó que ese lugar está diseñado para que las personas en conflictos con la ley permanezcan detenidas no más de 48 horas, hasta que su situación se defina en los tribunales, pero que permanecen encerradas un mes y más, lo que crea promiscuidad y hacinamiento.

“No se trata de una cárcel preventiva, sino de una celda transitoria, donde llevan a las personas en conflictos con la ley cuando se les va a conocer medidas de coerción”, indicó.

El presidente de la Comisión de los Derechos Humanos en Santiago y la Zona Norte denunció que es grave lo que ocurre en la  celda conocida como “La Carcelita” del Palacio de Justicia Federico C. Álvarez.

“Es una situación deplorable lo que está pasando en la celda de la cárcel preventiva del Palacio de Justicia de Santiago”, observó Jerez.

El defensor de los derechos humanos planteó que es urgente la construcción de una nueva cárcel preventiva bajo el nuevo sistema penitenciario, para resolver ese deprimente drama humano que hoy padecen cientos de ciudadanos.

LOS PREBOSTES DE MONTE CRISTI
Lo que se presenta en la cárcel pública de Monte Cristi, de la Fortaleza San Fernando, que a la vez opera como preventiva, es mucho más grave, según denuncian reclusos, sus familiares y organizaciones defensoras de los derechos humanos.

El recinto penitenciario San Fernando, de Monte Cristi, no está incluido en el nuevo sistema penitenciario y su seguridad externa está en la responsabilidad de militares y policías, pero en su interior, son otros presos denominados “prebostes” que imponen el orden y cobran a su vez a otros compañeros de celdas y familiares para que puedan dormir en colchones, así como por derecho a la alimentación y la salud.

“Esa cárcel es horrible, caí preso porque en una riña le propiné dos puñaladas a un vecino mientras tomábamos ron en un bar del municipio de Castañuelas, él salvó la vida, pero yo duré casi un año preso, es difícil estar allí”, dijo el expresidiario Alexis Rodríguez.

Recordó que cuando fue a ese presidio, que denomina el infierno en la tierra, el preboste era un preso conocido como “San Juan” y que el primer día que entró al mismo, un recluso allegado a él ( a San Juan), le dio un tour por el interior del edificio y luego le exigió dinero y que como no tenía efectivo, lo secuestró y lo amenazó con un cuchillo, de que “si no le pagaba le cortaría la garganta”.

“Mis familiares se enteraron rápido y pagaron la suma que exigía el preso que me secuestró”, dijo Rodríguez.

En la cárcel de Monte Cristi, esa realidad es latente y con frecuencia mueren reclusos por tuberculosis, por el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) y por afecciones respiratorias debido a la mala alimentación, la promiscuidad y el hacinamiento.

Los días de visita, que son miércoles y domingo, muchas prostitutas de diferentes partes del Cibao se desplazan a esa cárcel a ofertar favores sexuales a los reos y, de acuerdo con denuncias, muchos no usan ninguna protección para prevenir enfermedades infectocontagiosas.

El 24 de agosto de este año 2016 murió en la cárcel de Monte Cristi el recluso Eliese Proheto, de 36 años, y según el diagnóstico médico, la causa fue un fallo multiorgánico secundario a enfermedad del VIH-SIDA. Guardaba prisión preventiva por el porte y tenencia ilegal de arma de fuego.

En ese mismo centro carcelario falleció por la misma causa Antonio Rodríguez García. En lo que va de año, al menos dos motines se han registrado en ese recinto, mientras existen denuncias de familiares de los reos de brotes diarreicos, lo que atribuyen a la mala alimentación y a la escasa higiene.