Niños que protagonizaron y presenciaron pelea deben recibir intervención psicológica y experimentar consecuencias
LA PELEA, QUE TUVO LUGAR EN EL AULA DE UNA ESCUELA PÚBLICA EN BOCA CHICA, SE REALIZÓ FRENTE A UNA MAESTRA Y UNA POLICÍA ESCOLAR
Santo Domingo
Debido a las secuelas que puede haber en los niños que protagonizaron y presenciaron la pelea de unos niños dentro de una escuela en Boca Chica, expertas consideran que debe haber intervención psicológica para el grupo completo de estudiantes.
Las psicólogas Rafaela Burgos, Adrián De Óleo y Roxana González coinciden en que, de no ser tratado el tema por las autoridades escolares, los niños podrían repetir ese accionar al entender que es esa la forma adecuada de solucionar los problemas o interactuar con sus iguales.
La terapeuta familiar y consultora en tratamiento y prevención de violencia, Rafaela Burgos, considera que la escena representa un modelo inadecuado, no solo por tratarse de un acto de violencia, sino porque ocurre en un escenario incorrecto y en presencia de figuras de autoridad.
Lo que, podría estar enviando un mensaje errado a los menores, cuyo aprendizaje se desarrolla mediante modelos.
Por qué ocurre
La licenciada Adrián De Óleo, directora del Departamento de Psicología de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), cree que la causa de este tipo de comportamientos se debe a que ya la violencia no es un hecho aislado en la sociedad.
“Hay violencia desde las autoridades, desde la manera en que se vive en la casa, en la forma de corregir y en la pareja”, detalla la experta al considerar que esos niños no hicieron más que imitar patrones aprendidos, sea mediante su entorno o desde la familia.
De su lado, Rafaela Burgos agrega que en la actualidad la violencia está llegando a los niños por diferentes vías, incluida la familia, el contexto social y los medios de comunicación.
Pero, respecto a por qué una policía escolar y una maestra permitieron que se llevara a cabo el hecho, la psicóloga Infanto Juvenil, Roxana González, considera que puede ser que estas normalizaran el hecho; que tal vez lo vieron como un simple juego y no analizaron las consecuencias de su omisión.
Sobre estas, Roxana resalta el hecho de que en el video se les escucha expresarse en mala forma hacia los niños y una de ellas, la maestra, acerca su pie a la entrepierna de uno de los niños haciendo que este las junte y gire en lo que parece ser una reacción ante una pisada.
Tratamiento
La violencia no solo distorsiona el aprendizaje y eleva la carga de estrés en los niños, sino que podrían desarrollar incluso estrés postraumático en los menores.
Para tratar a los niños, Burgos recomienda que el psicólogo escolar indague sobre la situación y se definan responsabilidades. Trabajar con todo el grupo para que entiendan que lo que vieron no debió pasar y que no debe repetirse ni en la escuela ni en ningún otro escenario.
Sesiones de grupo sería un buen método para saber qué recuerdan del hecho y cómo califican el accionar de sus compañeros servirá para que el terapeuta, amparándose en un especialista en manejo de conflictos brinde opciones en miras de evitar que en el futuro se den casos similares, de acuerdo a lo expresado por la licenciada Adrián De Óleo.
“Tienen que hacer un taller con esos niños, que hablen de su experiencia y se les enseñe por qué eso no debió pasar. Qué se pudo haber hecho para que no sucediera y que eso que vieron no es lo que debe ocurrir en un área de clases”, opina la Especialista en Evaluación e Intervención Psicoeducativa y en Dificultades de Aprendizaje.
Pero, en caso de que los niños presenten cambios en la conducta, el orientador escolar debería reunirse con los padres y plantearles la situación para que se busque ayuda de un profesional externo a la escuela.
Para las mujeres involucradas debería haber un tratamiento orientado a explicarles lo grave de lo que hicieron y lo delicado de la situación que permitieron. No señalaron si deben ser retiradas del sistema educativo.
Consecuencias a niños
Tanto los niños que pelearon como los que presenciaron y aplaudieron el hecho deben asumir responsabilidades por sus acciones.
Rafaela Burgos considera que, aparte de ser tratados mediante dinámicas de grupo para que se flexione, cada estudiante que estuvo en el aula al momento de la pelea debe contribuir con alguna labor en beneficio de la comunidad escolar.
De Óleo asegura, estas deben ser planteadas como una labor en beneficio de la escuela por la falta que tuvieron. Recoger basura, barrer después del recreo y asignaciones de esa índole son recomendadas por la experta quien enfatiza que el término “castigo” no debe utilizarse, para que los niños vean esas tareas como algo negativo.
Roxana González agrega que esas labores sociales no deben ser planteadas como sanciones, sino que todo el tiempo debe hacerse énfasis en que sus acciones tienen una consecuencia.
Consecuencias a adultos
La policía escolar y la maestra que estuvieron presentes en la pelea de los niños deben asumir las consecuencias de su omisión. Eso servirá para que los niños entiendan que se hizo algo incorrecto y que todos los involucrados deberán asumir responsabilidades.
Sin embargo, Burgos y De Óleo coinciden en que se les debe comunicar a los niños que habrá una sanción, pero que debe cuidarse la imagen de esas personas para que los estudiantes no les pierdan el respeto.
Ley 138-03
En su artículo 12, el Código para la protección de los derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes (Ley 138-03) establece que es responsabilidad de la familia, el Estado y la sociedad proteger a los niños y adolescentes, contra cualquier forma de explotación, maltrato, torturas, abusos o negligencias que afecten su integridad personal.
Santo Domingo
Debido a las secuelas que puede haber en los niños que protagonizaron y presenciaron la pelea de unos niños dentro de una escuela en Boca Chica, expertas consideran que debe haber intervención psicológica para el grupo completo de estudiantes.
Las psicólogas Rafaela Burgos, Adrián De Óleo y Roxana González coinciden en que, de no ser tratado el tema por las autoridades escolares, los niños podrían repetir ese accionar al entender que es esa la forma adecuada de solucionar los problemas o interactuar con sus iguales.
La terapeuta familiar y consultora en tratamiento y prevención de violencia, Rafaela Burgos, considera que la escena representa un modelo inadecuado, no solo por tratarse de un acto de violencia, sino porque ocurre en un escenario incorrecto y en presencia de figuras de autoridad.
Lo que, podría estar enviando un mensaje errado a los menores, cuyo aprendizaje se desarrolla mediante modelos.
Por qué ocurre
La licenciada Adrián De Óleo, directora del Departamento de Psicología de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), cree que la causa de este tipo de comportamientos se debe a que ya la violencia no es un hecho aislado en la sociedad.
“Hay violencia desde las autoridades, desde la manera en que se vive en la casa, en la forma de corregir y en la pareja”, detalla la experta al considerar que esos niños no hicieron más que imitar patrones aprendidos, sea mediante su entorno o desde la familia.
De su lado, Rafaela Burgos agrega que en la actualidad la violencia está llegando a los niños por diferentes vías, incluida la familia, el contexto social y los medios de comunicación.
Pero, respecto a por qué una policía escolar y una maestra permitieron que se llevara a cabo el hecho, la psicóloga Infanto Juvenil, Roxana González, considera que puede ser que estas normalizaran el hecho; que tal vez lo vieron como un simple juego y no analizaron las consecuencias de su omisión.
Sobre estas, Roxana resalta el hecho de que en el video se les escucha expresarse en mala forma hacia los niños y una de ellas, la maestra, acerca su pie a la entrepierna de uno de los niños haciendo que este las junte y gire en lo que parece ser una reacción ante una pisada.
Tratamiento
La violencia no solo distorsiona el aprendizaje y eleva la carga de estrés en los niños, sino que podrían desarrollar incluso estrés postraumático en los menores.
Para tratar a los niños, Burgos recomienda que el psicólogo escolar indague sobre la situación y se definan responsabilidades. Trabajar con todo el grupo para que entiendan que lo que vieron no debió pasar y que no debe repetirse ni en la escuela ni en ningún otro escenario.
Sesiones de grupo sería un buen método para saber qué recuerdan del hecho y cómo califican el accionar de sus compañeros servirá para que el terapeuta, amparándose en un especialista en manejo de conflictos brinde opciones en miras de evitar que en el futuro se den casos similares, de acuerdo a lo expresado por la licenciada Adrián De Óleo.
“Tienen que hacer un taller con esos niños, que hablen de su experiencia y se les enseñe por qué eso no debió pasar. Qué se pudo haber hecho para que no sucediera y que eso que vieron no es lo que debe ocurrir en un área de clases”, opina la Especialista en Evaluación e Intervención Psicoeducativa y en Dificultades de Aprendizaje.
Pero, en caso de que los niños presenten cambios en la conducta, el orientador escolar debería reunirse con los padres y plantearles la situación para que se busque ayuda de un profesional externo a la escuela.
Para las mujeres involucradas debería haber un tratamiento orientado a explicarles lo grave de lo que hicieron y lo delicado de la situación que permitieron. No señalaron si deben ser retiradas del sistema educativo.
Consecuencias a niños
Tanto los niños que pelearon como los que presenciaron y aplaudieron el hecho deben asumir responsabilidades por sus acciones.
Rafaela Burgos considera que, aparte de ser tratados mediante dinámicas de grupo para que se flexione, cada estudiante que estuvo en el aula al momento de la pelea debe contribuir con alguna labor en beneficio de la comunidad escolar.
De Óleo asegura, estas deben ser planteadas como una labor en beneficio de la escuela por la falta que tuvieron. Recoger basura, barrer después del recreo y asignaciones de esa índole son recomendadas por la experta quien enfatiza que el término “castigo” no debe utilizarse, para que los niños vean esas tareas como algo negativo.
Roxana González agrega que esas labores sociales no deben ser planteadas como sanciones, sino que todo el tiempo debe hacerse énfasis en que sus acciones tienen una consecuencia.
Consecuencias a adultos
La policía escolar y la maestra que estuvieron presentes en la pelea de los niños deben asumir las consecuencias de su omisión. Eso servirá para que los niños entiendan que se hizo algo incorrecto y que todos los involucrados deberán asumir responsabilidades.
Sin embargo, Burgos y De Óleo coinciden en que se les debe comunicar a los niños que habrá una sanción, pero que debe cuidarse la imagen de esas personas para que los estudiantes no les pierdan el respeto.
Ley 138-03
En su artículo 12, el Código para la protección de los derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes (Ley 138-03) establece que es responsabilidad de la familia, el Estado y la sociedad proteger a los niños y adolescentes, contra cualquier forma de explotación, maltrato, torturas, abusos o negligencias que afecten su integridad personal.
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