El padre derribado por una periodista mientras llevaba a su hijo en brazos, viaja a Madrid donde será acogido



MEDIO MUNDO LO VIO CORRER CON SU HIJO EN BRAZOS, TRATANDO DE ESCAPARA DE UN POLICÍA HÚNGARO, AHORA, UNA ESCUELA DE FÚTBOL PODRÍA DARLE TRABAJO

Santo Domingo

Medio mundo lo vio correr con su hijo en brazos, tratando de escapara de un policía húngaro y, cuando parecía haberlo logrado, una periodista le hizo zancadillas y lo derribó al suelo.

Pareció  una muy mala señal para el entrenador de fútbol sirio Osama Abdul Mohsen, quien llevaba a su hijo de siete años en brazos. Pero de lo malo, surgió lo mejor que tal vez podía ocurrirle a él y su familia.

Un periodista alemán grabó la acción de la reportera húngara, que perdió el trabajo, y Abdul se volvió famoso. Eso le abrió puertas.  Tras ser entrevistado por el diario español El Mundo, Una escuela de fútbol  de ese país lo invitó y se espera llegue allí esta noche.

El sitio web del periódico español El Mundo, muestra a Osama dormido en el avión, con su inseparable niño al lado camino,  a una nueva vida, que debe presentarse para su familia llena de esperanzas.

Esta es parte de la amplia cobertura  que publica hoy  “El Mundo”:

“La historia ha tenido un final feliz. El padre sirio, al que una periodista húngara puso la zancadilla en un vídeo que dio la vuelta al mundo, llegará esta noche a Madrid, gracias a la ayuda de EL MUNDO. Osama era entrenador de un equipo de Primera División en su país y ahora la Escuela Oficial de Entrenadores Fútbol y Fútbol Sala (Cenafe) estudia ficharle, tras leer el reportaje de los periodistas de EL MUNDO, Martín Mucha, Marina Sardiña y Alberto Domínguez. El refugiado sirio ya va de camino a la localidad madrileña de Getafe, donde Cenafe le ha buscado un alojamiento. Un periodista de este periódico realiza el viaje con Osama y dos de sus hijos, desde Alemania. Durante la entrevista con EL MUNDO, realizada nada más llegar a Alemania, el padre sirio ya confesó lo duro de su odisea: "El viaje fue agotador y muy estresante. Muy difícil y peligroso. Mi hijo y yo pudimos morir durante el viaje a Europa".

 Osama se desplazaba con su hijo Zaid, de 7 años, que cayó derribado junto a su padre tras la zancadilla de la periodista Petra László. En Múnich, se encontró con su otro hijo, Mohammad Al Ghadabe, de 18 años, que emigró antes que ellos y arribó por mar a Italia.

"La patada de la periodista fue inquietante y dura... Mi sensación fue de sorpresa. Y después dolor cuando vi el miedo y el pánico en la cara de mi hijo. Zaid lloró durante dos horas. Estaba aterrado. Tras ello nos tomaron las huellas digitales, nos amenazaron con la cárcel", confesó angustiado. Osama Abdul Mohsen también relató que su sueño era reunir a toda su familia y pidió ayuda para que les apoyasen a la hora de poder juntar a todos sus parientes. El llamamiento lanzado por Osama a través de las páginas de este periódico no cayó en saco roto y la escuela de entrenadores se puso en contacto con el periodista de EL MUNDO, Martín Mucha, para intentar localizarle. A partir de entonces, la escuela envió a Múnich a Mohamed Labrouzi, un alumno marroquí que habla árabe, para ir a buscar a la familia, que ya se encuentra de camino a Madrid, concluye el reportaje.

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