Estancias impulsan una mejor crianza



LILIAM RODRÍGUEZ, ADMINISTRADORA DE ESTANCIAS INFANTILES SALUD SEGURA, PIDE REVISAR EL FINANCIAMIENTO A LOS SERVICIOS QUE OFRECEN ESAS ENTIDADES

Santo Domingo

Las estancias infantiles de la Seguridad Social surgieron en un primer momento como un plan piloto de guardería, cercana a una zona franca en Puerto Plata, apoyada por el seguro social de salud, para que los padres trabajadores contaran con un lugar seguro para dejar a sus hijos.

En el año 1990, a raíz de la Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989, el Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) emprendió el proyecto. Sin embargo, según un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que avalan otros estudios, a pesar de los esfuerzos, en una escala entre cero y diez, el país alcanza un índice de 4.1 en el cumplimiento de los derechos de la infancia.

Fue en el 2001 cuando entró en vigencia la Ley 87-01, sobre el Sistema Dominicano de Seguridad Social, que dispone 0.10% del 10% que se le descuenta al empleador y al afiliado para el financiamiento del Régimen Contributivo de Salud.

Insuficiente
Esa décima parte pasa al Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS) para cubrir las estancias infantiles, lo que se traduce en que reciben un ingreso per cápita de RD$2,000 por cada niño, fondos que son insuficientes para cubrir todos los gastos de los centros de atención.

Así lo expresa la directora de la Administradora de Estancias Infantiles Salud Segura (AEISS), Liliam Rodríguez, quien solicita que se revise el financiamiento de los servicios que se ofrecen en las estancias, debido a que considera como muy poco ese 0.10%. Según calcula, reciben entre RD$24 y RD$69 al mes por cada padre contribuyente del sector público o privado.

“Ese 0.10% no se compadece con esta cartera de servicios tan ambiciosa. Por cada dólar que invertimos en primera infancia, las naciones que lo hacen reciben siete dólares devueltos”, manifestó al resaltar que de la inversión depende que se expanda esta fórmula de atención, y pueda llegar a un mayor público.

En vista de que lo que recaudan de la seguridad social no cubre todos los gastos, se ayudan con los aportes del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), la Tesorería Nacional, el Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS), el sector sindical, empresarial y el Gobierno, además de la colaboración de organizaciones internacionales como Unicef.

Ventajas
A consideración de Rodríguez, la importancia de las estancias es que en un solo lugar el infante tiene todo lo que necesita para su formación y esparcimiento. La atención integral no es solo escolaridad, sino que es un abanico de posibilidades que incluye alimentación y nutrición, servicios de atención en salud, vigilancia epidemiológica y nutricional, inmunización, salud ambiental, programa de higiene y salud bucal, así como estimulación oportuna para los niños más pequeños, hasta llegar a la educación temprana formal, con el Ministerio de Educación, que tiene la parte curricular de este proyecto, a través de una alianza estratégica.

Se les enseñan a los padres las mejores prácticas de crianza, así como las cápsulas de nutrición y alimentación, por lo que no hay lugar para la desnutrición.

Entre las afecciones de la primera infancia que contraen los pequeños están las infecciones respiratorias agudas, incluida la gripe y el neumococo; las enfermedades diarreicas agudas, que se dan por el mal manejo del agua, y la manipulación de los alimentos, así como los padecimientos que se transmiten por los comestibles, por no tener el debido control, las cuales se han reducido en 40% y 30%, según afirmó la directora de AIESS.

Disparidad
Las diferencias entre las estancias infantiles que construye el Gobierno y las que pertenecen al Sistema Dominicano de Seguridad Social radican en que las primeras están especialmente dedicadas a las mujeres solteras y madres en lugares muy pobres, que no han podido desarrollarse académica y laboralmente, y que no cuentan con un carné de una Administradora de Riesgos de Salud (ARS) para inscribir a su hijo en este modelo de cuidado.

Mientras que las estancias que dirige la AEISS sí requieren que los beneficiarios sean hijos de padres o madres empleados públicos o privados afiliados al Seguro Familiar de Salud, en los regímenes contributivo o subsidiado.

“Para nosotros la extensión de la cobertura ha venido a llenar el vacío de la seguridad social, con los fondos pírricos que da la ley para los servicios de estancias”, señala Rodríguez, quien sostiene que esta medida del Gobierno es una muestra de equidad, de que los niños y niñas dominicanos tengan los mismos derechos.

DISCAPACIDADES DE INFANTES EN ESTANCIAS
Entre 63 y 90 infantes, residentes en distintas estancias, tienen alguna discapacidad, aunque no son expertos en la materia, la directora de la AEISS dice que no se niegan a aceptar a los niños con estas condiciones. “No podemos decir que tenemos una población grande de estos.

Obviamente, trabajamos con los menos comprometidos, porque no tenemos ese personal capacitado en todas las áreas para poder manejarlo”, admitió, al tiempo que refirió que los niños con síndrome de Down son los que más han solicitado cabida en las estancias.

Aunque agradece las capacitaciones que han obtenido de parte del Ministerio de Educación, Rodríguez anunció que próximamente también firmarán un acuerdo de colaboración con la Asociación Dominicana de Rehabilitación, que tiene más de 50 años de fundada, con el fin de fortalecer las estancias en este aspecto.

El Centro de Atención Integral para la Discapacidad (CAID) ha venido a aportar. “Eso hace que tengamos mayor oportunidad de interconsultas, referimientos, y acompañar a los padres y madres en este proceso”, dijo la directora de AEISS

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