España felicita a Medina por relaciones con Haití



JOSÉ MANUEL GARCÍA-MARGALLO, MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN DE ESPAÑA, SE ENCUENTRA DE VISITA EN REPÚBLICA DOMINICANA

Santo Domingo

¿Cómo ha sido impactada por la crisis económica la cooperación entre España y RD, y qué áreas se prevé priorizar?
Tanto el Gobierno como el pueblo de España han estado en el pasado, y siguen estando en el presente, plenamente comprometidos con el desarrollo de la República Dominicana. La Política de Cooperación al Desarrollo, especialmente con Iberoamérica, es uno de los ejes primordiales de nuestra acción exterior. Como consecuencia de ello, desde 1987 España cuenta con una Oficina Técnica de Cooperación en Santo Domingo, y desde entonces hasta 2013 mi país ha destinado a la República Dominicana unos 426 millones de euros en concepto de Ayuda Oficial al Desarrollo.

La crisis económica ha obligado a replantearse muchas cosas, entre ellas el alcance de nuestra política de cooperación. Y yo diría que en ese sentido hemos hecho de la necesidad virtud, porque estamos consiguiendo adaptarnos. En febrero de 2014, República Dominicana y España firmaron el Marco de Asociación País 2014-2016, documento de base para la Cooperación Española en la República Dominicana, que prioriza zonas geográficas como las regiones fronterizas con Haití, pero también sectores diversos y estratégicos como la gobernabilidad democrática, el desarrollo rural, la educación, o el saneamiento de aguas. Todo ello en línea con las propias prioridades del gobierno dominicano, y por lo tanto, en sintonía con la Estrategia Nacional de Desarrollo de República Dominicana.

Estamos ahora mismo ejecutando programas y acciones por valor de cerca de 18 millones de euros, en ámbitos que benefician a la gente, desde un mejor acceso a la justicia hasta una mejor educación. Lo hacemos de la mano de nuestros socios dominicanos y de otros como la Unión Europea, sin olvidar el magnífico trabajo diario que hacen las más de dos docenas de ONG españolas con actividad en este país. Nuestro compromiso, como se ve, más allá de la coyuntura, está y estará siempre junto al pueblo dominicano.

Miles de dominicanos residen en España, ¿cuál ha sido el impacto de esa comunidad y cuál es su situación en este momento?
En los últimos años España se ha convertido en un país de acogida para emigrantes de todas las nacionalidades. Los dominicanos constituyen una comunidad importante por su número y calidad y se han integrado en mi país de una manera fácil, diría incluso natural, gracias a los profundos vínculos culturales e históricos y, cómo no, al idioma que compartimos. Por otra parte, y amparados en la legislación española en materia de nacionalidad, muchos de los dominicanos residentes en España se han convertido asimismo en ciudadanos españoles. 

Agradecemos a todos su esfuerzo que tanto ha contribuido a hacer de España una nación más próspera. A lo largo de los últimos años, en un contexto económico marcado por una profunda crisis, han sumado su sacrificio al de todos mis compatriotas demostrando que tanto españoles como dominicanos, como reza el dicho, sabemos estar a las duras y a las maduras. Gracias a las medidas y reformas estructurales emprendidas por el Gobierno del que me honro en formar parte, España ha comenzado a recuperar la senda del crecimiento sostenido y la creación de empleo, cuyos beneficiosos efectos se trasladarán a todos los ciudadanos cualquiera que sea su nacionalidad.

El último año ha sido de gran debate en RD sobre derechos humanos, migración y nacionalidad, ¿cómo ve España, un país de emigrantes e inmigrantes, las decisiones de RD sobre estos temas de cara, sobre todo, al vecino Haití?
Yo creo que la República Dominicana ha sabido constituirse en un Estado Social y Democrático de Derecho, en línea con lo que reza su Constitución de 2010, en cuya elaboración, dicho sea de paso, participaron con asesorías técnicas importantes juristas españoles. Y es un Estado que está avanzando sostenidamente en todos los órdenes, tanto el económico como el social, y consecuentemente con ello, en el fortalecimiento de sus instituciones y de su marco legal. Como sucede en cualquier otro país, quedan cosas por mejorar y resolver. Y en el caso de la República Dominicana, que comparte isla con un vecino que enfrenta dificultades, la relación bilateral con Haití es ciertamente capital. Existe una gran interdependencia entre los dos estados, en materia de comercio, de migración, de seguridad o incluso de medio ambiente. Por eso, España no puede sino felicitar al gobierno del presidente Medina por su actitud constructiva en lo que respecta a las relaciones con el gobierno y el pueblo de Haití. En especial, el presidente Medina está demostrando un liderazgo y sentido de Estado en esta cuestión que deben ser valorados y reconocidos dentro y fuera de las fronteras dominicanas. Y que, además, parecen estar dando sus frutos, tanto por lo que toca a los trabajos de la Comisión de Alto Nivel República Dominicana-Haití cuanto a los que desarrolla la Comisión Mixta Bilateral. Está claro que sigue habiendo muchos desafíos por delante, pero el camino marcado hasta ahora parece el correcto.

Por otro lado, en lo tocante a las sentencias 168/13 y 256/14 del Tribunal Constitucional Dominicano, quiero subrayar que España respeta cualquier fallo emanado de un órgano jurisdiccional constitucional en el marco de un Estado democrático de Derecho. Deseamos al mismo tiempo que República Dominicana pueda seguir atendiendo como ha hecho hasta ahora sus obligaciones regionales e internacionales en materia de Derechos Humanos. El anuncio de la creación de una nueva Dirección General de Derechos Humanos por parte del Canciller, Andrés Navarro es un paso más en esa buena senda de la que hablaba.

En turismo, las inversiones españolas han sido claves para República Dominicana, aunque algunos temas de seguridad jurídicas han empañado esa relación. ¿Cómo ve España este tema?
Creo que la inversión en el sector turístico es un magnífico ejemplo del compromiso de los empresarios españoles con el futuro de la República Dominicana.

Hace ya alrededor de tres décadas, las principales cadenas hoteleras españolas valoraron el enorme potencial de la República Dominicana, apostaron por este país y lo convirtieron en uno de los principales destinos de sus inversiones. Hoy en día, más de la mitad de las aproximadamente 65,000 habitaciones del país son de capital español, lo que en términos de inversión representa casi el 75% del sector turístico dominicano que, de forma similar a como sucede en España, contribuye aproximadamente en un 15% del Producto Interior Bruto.

Estas inversiones han convertido a la República Dominicana en el primer destino turístico del Caribe y, lo que es más importante, representan un aporte esencial para alcanzar los objetivos de crecimiento económico y progreso social de este querido país.

No me cabe la menor duda de que, para asegurar la continuidad de estos flujos de inversión, así como la competitividad de las empresas ya presentes en el país, es esencial que la República Dominicana continúe avanzando en garantizar la seguridad jurídica de las inversiones. Por ello, desde España valoramos muy positivamente el importante esfuerzo que el gobierno del presidente Danilo Medina viene haciendo para resolver aquellas deficiencias que, en ámbitos como la titulación y registro de la tierra, por poner un ejemplo, pudieran llegar a afectar la viabilidad de las inversiones. En este, como en cualquier otro ámbito, la República Dominicana y su Gobierno siempre podrán contar con la cooperación y la experiencia de España. 

(+)
VIGENCIA DE LAS CUMBRES
Muchos dicen que las cumbres han perdido sentido. ¿Cuál es el balance de esta
última?
Precisamente el cambio de la Conferencia Iberoamericana que iniciamos en Cádiz hace ya dos años y que hemos culminado en esta de Veracruz tiene ese sentido de reinvención al que usted se está refiriendo. No es que las cumbres hubieran perdido su sentido pero era preciso adaptarlas a los cambios habidos en la escena internacional y, en particular, en América y en Europa en los últimos años. Esta nueva realidad nos ha conducido a una relación más simétrica, por un lado, y, por el otro, el surgimiento de varios procesos de integración en América Latina que tienen un propósito de concertación política, nos han llevado a hacer las cumbres cada dos años, y no cada año como hasta ahora y a reorientar la acción de la conferencia iberoamericana hacia la cooperación entre los Estados Miembros. Por lo dicho, creo que el balance de Veracruz es muy positivo, porque hemos cumplido el propósito que todos los países iberoamericanos nos planteamos al inicio de este ejercicio de renovación.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La abolición de la esclavitud en Puerto Rico cumple 141 años

Corea del Norte amenaza a EEUU con "el mayor dolor" ante nuevas sanciones