Opret derriba más de 100 viviendas para continuación de la segunda línea del Metro
Más de cien familias del barrio Ribera del Ozama continúan hoy
derribando sus casas luego que la Oficina para el Reordenamiento del
Transporte (Opret) les entregara sus cheques para que se retiren del
lugar.
Estas familias estaban ubicadas en la parte Este del puente Francisco
del Rosario Sánchez,( Puente de la 17) y son desalojadas para permitir
la construcción de la segunda línea del Metro de Santo Domingo.
“Ya yo negocié, aunque no me dieron todo lo que quería, pero tengo el
dinero y compré otra casa para dónde irme, aunque aún no me la han
entregado”, explicó el señor Lorenzo de la Rosa, quien en una vieja
camioneta recogía varillas, puertas y otros ajuares de su casa
destruida.
Negoció con la Opret la venta “de un complejo de seis casitas,
incluyendo un punto comercial” por 6.8 millones de pesos y ya compró
otra casa en las proximidades, pero en el sector urbanizado, por RD$3
millones.
Narra que es una de las dos personas fundadores del lugar, pues llegó en
el año 1988 cuando el sitio era “una ciénaga de arroz y muchas
yerbas”.
Dijo que como casi todas las familias del sector vivieron de Los Mina
Viejo y se fueron asentando a la orilla del río Ozama, con pequeñas
casas de zinc y madera
Según las autoridades 250 familias que serán desalojadas en esta primera
etapa. En total serán retiradas del lugar unas 400 familias para dar
paso a la construcción del puente colgante sobre el río Ozama.
“Gracias a Dios, la Opret y el Gobierno que nos sacó de aquí cumpliendo
con las promesas que nos hicieron. Esta fue una buena oportunidad para
nosotros”, dijo la señora Manuela Matos, quien dijo que ya también
compró una casa.
La Segunda Línea del Metro llegará hasta Megacentro, en la avenida San Vicente de Paúl con carretera Mella.
En noviembre del 2013, Leonel Carrasco, subdirector de la Opret anunció
la paralización de los trabajos por falta de recursos, situación que
provocó el descontento de varios movimientos comunitarios de la zona,
así como de cientos de personas que se oponían a la paralización de la
obra.
En varias ocasiones realizaron diversas protestas, tanto en el
Palacio Nacional como en el Congreso Nacional en demanda de la obra.
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