Hombre dominicano es asesinado en Venezuela

Domingo Dagoberto Santiago vendría a RD esta semana.

 Dejó dos niños en la orfandad, de 10 y un año

San Cristóbal.-Justo cuando faltaban pocos días para venir desde Venezuela a República Dominicana a ver a sus hermanos , tras quince años de ausencia, dos desconocidos le dispararon en la nuca a un dominicano de 38 años, mientras se encontraba trabajando en la sastrería que tenía en ese país.

Eran las 8:30 de la mañana del lunes 17 del presente mes, cuando la esposa de Domingo Dagoberto Santiago, Yeny Angustia Franco, de 37 años, escuchó que tocaban fuertemente la puerta de su casa, ubicada en el estado de Miranda, y al abrirla sólo le dijeron: “Ven rápido que mataron a tu esposo”.

“Caí al suelo, pero me levanté inmediatamente y salí corriendo hacia la sastrería y al llegar estaba cerrada, le di patadas a la puerta hasta abrirla y vi el cuerpo de mi marido tirado en el piso rodeado de sangre, lo levanté un poco y sentí que suspiraba y dije ¡sáquenlo, ayúdenlo por favor que todavía está vivo!”, explicó entre sollozos la viuda.

Un compadre la ayudó a llevar a Santiago al hospital, pero al llegar ya era demasiado tarde… había muerto.

Indicó que es increíble saber que los vecinos del lugar no hicieron nada, “nadie quiso llevarlo al hospital”, se lamentó, pero entiende que esa actitud de los venezolanos es por miedo a que los involucren en el hecho, y más ahora que ese país se toma el trago amargo de las protestas.

“Nunca le conocí un enemigo, si investigan no encontrarán a nadie que hable mal de él”, expresó.

El sastre dominicano dejó en la orfandad a dos niños, Abdias Asael, de 10 años y Génesis Lilianny, de un año y ocho meses.

En tanto, Luis Osiris Henríquez, hermano de la víctima, quien no lo veía desde hace 15 años, todavía no cree lo sucedido, porque su hermano no merecía esa muerte.

El cuerpo de Santiago, quien residía en el sector Los Novas, San Cristóbal, en sus primeros años mozos, fue traído al país el pasado viernes, velado en la funeraria Savica y posteriormente sepultado en el cementerio municipal de Sainaguá.