Imagen de los políticos influencia del vestuario

• 

La mayoría de los políticos dominicanos,incluyendo los presidentes del último medio siglo, descuidan su imagen personal, visten sin la menor galanura y olvidan que la indumentaria ha sido parte intrínseca del poder en todas las culturas desde las sociedades tribales hasta nuestros días.
Los líderes europeos y la mayoría de los norteamericanos visten con elegancia y glamour y se muestran en los principales escenarios como figuras del jet set político, se les ve posando en los “photocall” como personalidades descollantes y se mueven con donaire entre la crónica política y la crítica social.
“La elegancia masculina es sinónimo de poder en los países de aventajada cultura política. Porque el poder es históricamente consustancial al liderazgo que se impone con la buena presencia y mejor comportamiento de la mano con el buen decir y el buen vestirÖ”, publica la revista Gentleman en un amplio reportaje de reciente edición sobre “la historia política de la indumentaria masculina”.
Los ropajes del poder
Los estudios (Ö) de los ropajes que destila el poder, opina el autor parisino Mario Canal, “aborda argumentos como el tatuaje y la pluma en las llamadas sociedades desnudas primitivas, los fastos de la realeza desde Ramsés a Hirohito, la toga romana, el oro y la púrpura de Constantino, el negro de las cortes europeas, Luis XIV y la invención de la indumentaria a la francesaÖ”
Desde los inicios de la organización social existen códigos de mandos y liderazgos en la indumentaria masculina, a partir de cuando   la desnudez comenzó a cubrirse primero con tatuajes, luego con plumas, después con pieles de animales.
Desde el uniforme militar que engalanó con su plumaje la figura de Napoleón hasta la época moderna norteamericana con la imagen refrescante de John Kennedy que impuso “la frugalidad en lo formal”, el vestuario masculino ha sido parte fundamental en los símbolos del poder universal.
Cambian los tiempos, cambian las modas, cambian los estilosÖ Lo que nunca cambia es la magia que irradia un líder imantado por la atracción de la elegancia y la galanura, así sea en la forma más simple de lucir el vestido más humilde.