Baltimore, la historia de dos ciudades separadas por el racismo y la pobreza
"LA POLICÍA NOS TRATA COMO PERROS, LO QUE LE PASÓ A FREDDIE GRAY ERA SU MENSAJE: SI TE REBELAS ACABARÁS EN UNA JAULA, NO ALCES LA VOZ", LAMENTA DOMIC Baltimore Desde pequeño, Freddie Gray estaba condenado a ser un "Don Nadie". Nacido en uno de los barrios negros más pobres de Baltimore, envenenado por las malas condiciones de su vivienda social y muerto a los 25 años en custodia policial, nadie hubiese pensado que se convertiría en un símbolo. La vida en "Sandtown", el barrio donde residía Gray, hace tiempo que es más de lo mismo: casas clausuradas con tablones, pobreza, desempleo, droga y la santísima trinidad de la familia desestructurada, la iglesia baptista de la esquina y las bandas callejeras. Los policías se pasaban de vez en cuando para vérselas con las dos bandas del barrio, los Bloods y los Crips, perpetuando así la violencia, el recelo contra las autoridades y las constantes denuncias de abusos y brutalidad policial de los "olvidados...