La amante que pudo matar a Fidel Castro
ASEGURA QUE ESTUVO A PUNTO DE ANIQUILAR AL COMANDANTE CON DOS PASTILLAS Baltimore (EEUU) La primera amante que tuvo Fidel Castro cuando llegó al poder en Cuba solo se arrepiente de una cosa: no haberse quedado en la isla después de renunciar a convertirse, de la mano de la CIA, en la asesina del comandante. Un primer plano de Fidel Castro, una fotografía de cuerpo entero con el uniforme arrugado, y otra en la que él la mira profundamente a los ojos en un barco: son los tesoros de Marita Lorenz, expuestos con mimo en las paredes de su salón, dedicado a un hombre al que estuvo a punto de aniquilar con dos pastillas. "Todavía le amo, y amo el recuerdo que tengo de él. Cada día hay pequeñas cosas que me recuerdan a él", afirma Lorenz en una entrevista con Efe en su modesta casa de Baltimore (Maryland). En los 75 años de Lorenz cabe más que en muchas vidas: pasó por un campo de concentración nazi en su Alemania natal, fue agente de la CIA y del FBI, novia de un exdictador ve...