El arte ha sido su mejor terapia
Cerca de 200 jóvenes y algunos adultos pueden mostrar su talento en la música, danza, canto y actuación a través del Teatro Orquestal.
Santo Domingo
No necesitan escuchar la música para bailar, ver las partituras para tocar o cantar y ni siquiera sus piernas para desplazarse de un lugar a otro en el escenario ¿Superdotados? Todo lo contrario. Adolescentes y adultos con diversas discapacidades físicas e intelectuales, pero con disciplina, tenacidad y sobre todo un gran amor por lo que hacen.
Desde hace un año y dos meses cerca de 200 jóvenes y algunos adultos forman parte del Teatro Orquestal Dominicano (TODO), un proyecto del Ministerio de Cultura dirigido a la inclusión de personas con habilidades especiales a través del arte.
Las expresiones de satisfacción de las madres que acuden con estos jóvenes a los ensayos son una demostración ostensible de que su mejor terapia ha sido permitirles canalizar sus talentos en el teatro, la danza, la música y el canto a través de TODO.
La señora Amarilis Jiménez, madre de Anthony Brea Jiménez, un joven de 19 años con Síndrome de Down, que pertenece al grupo de folclore y danza de TODO, dice que se siente satisfecha del progreso que ha observado en su hijo y al notar que aprende cada día más.
“Le gusta mucho el baile y él está muy contento”, afirmó Jiménez, quien considera que estas expresiones del arte han sido la mejor terapia para Anthony desde que ingresó al Teatro Orquestal.
Mientras, Isabel Pujols reveló que a su hija Katherine Pamela Carrasco, de 15 años, y con Síndrome de Down, desde pequeña le gustaba cantar y bailar, por lo que se siente feliz y agradecida de la oportunidad que ha recibido para demostrar su talento.
“Para ellos esto ha sido un aliento de vida. Algo que los ha hecho sentirse útiles. Además de que ellos se distraen bastante, esto les ha permitido compartir con otros niños y niñas de su misma condición. Ellos aquí han hecho amistades, se han podido desarrollar como personas y aprenden rápido lo que sus profesores les enseñan”, indicó.
Adys Paola Ramírez, una joven de 19 años con discapacidad intelectual, también pertenece al grupo danza y el coro de TODO. Su madre Minerva Ramírez explicó que el arte ha transformado a su hija. “Antes de ella pertenecer a este programa era totalmente callada, tímida, no le gustaba que la miraran y quería estar siempre escondida. Desde que ella comenzó con el arte empezó a cambiar, totalmente diferente, y ha avanzado extraordinariamente”.
Gleny Valerio, madre de la soprano de 23 años Janette Márquez Valerio, agradeció el apoyo que ha brindado TODO a la carrera artística de su hija, quien padece glaucoma congénito desde niña. “Yo soñaba con que la República Dominicana se encaminara a esto. Yo espero que se continúen abriendo puertas también en otras áreas, como la educación, que el país se abra en todos los ámbitos a la inclusión de personas con discapacidades que ha comenzado con este proyecto del Ministerio de Cultura”.
Invidentes y su experiencia
Carlos Vásquez, un joven invidente de 23 años que pertenece a TODO desde su fundación, explicó que cuando comenzó a tocar con una lata y envases plásticos a la edad de seis años, nunca se imaginó que lo haría después al nivel que le ha permitido el Teatro Orquestal.
“Mi papá está feliz porque me ha visto varias veces en televisión y mi madre también está orgullosa porque ha podido ver el progreso mío en el mundo artístico”, agregó el joven no vidente de nacimiento que toca la tambora en el grupo de percusión de TODO.
Scott Feliz, de 21 años, dijo que pertenecer a este proyecto ha sido una experiencia única porque le ha dado la oportunidad de desarrollarse como persona a través de la música.
Este joven invidente, quien pertenece al coro y el grupo de percusión, expresa que estar en un escenario demostrando su talento pese a su ceguera de nacimiento es la mejor forma de decirles a las personas sin limitaciones que cuando se quiere se puede. “Nosotros les damos un mensaje positivo a las personas, les decimos que no hay limitaciones, y que si nosotros podemos desarrollarnos como personas y mostrar nuestro talento, también ellos pueden”, añadió.
Arturo Séptimo, de 22 años, quien toca la clave en TODO, expresó que presentarse en el Teatro Nacional ha sido una experiencia inolvidable. “Yo había estado ligado a la música en diversos escenarios, pero no al nivel que me ha permitido el Teatro Orquestal tocando ante todo tipo de público que ha podido percibir nuestro talento”.
Arnaldo García, de 28 años, quien a pesar de su discapacidad visual es capaz de tocar güira, tambora, batería, timbales y bongó, dijo que ser parte de este proyecto le ha enseñado que nunca se termina de aprender. “Pienso que aún falta más por aprender para seguir desarrollándonos”, precisó.
“MI GRAN PROFESIÓN”
María Ortiz, directora del Teatro Orquestal Dominicano (TODO), es la persona que se ha encargado de hacer realidad este sueño que tuvo el ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, para incluir socialmente a jóvenes con habilidades especiales a través del arte.
Ella es abogada y licenciada en Ciencias Políticas, además de que tiene maestrías en Administración Pública, Economía y Políticas Públicas, pero confiesa que su gran profesión ha sido TODO. “Aquí yo soy psicóloga, maestra, madre, amiga, consejera, administradora. Cosas que en mi vida jamás me imaginé que podría hacer, aquí yo las estoy haciendo”, agregó. En el ensamble de percusión participan 35 jóvenes, especialmente invidentes y personas con los distintos tipos de síndromes; en el coro 45, el ballet folclórico está integrado por 28 sordomudos, un invidente y cuatro con Síndrome de Down. Ortiz destacó que los jóvenes con Síndrome de Down son “la expresión más alta del amor en el Teatro Orquestal Dominicano”, pues resulta sorprendente ver como se manejan en el escenario y en los roles que tienen asignados en las distintas obras de teatro que han puesto en escena. “El objetivo de todo esto es que no los veamos como simples discapacitados, sino como las personas que tienen una condición especial que no les impide nada”, precisó.
Citó el caso del joven no vidente Saulo Betances, quien comenzó en TODO y ahora ya está estudiando canto popular en el Conservatorio Nacional de Música. “Es de Baní y está como un estudiante normal, toma sus clases de solfeo como todo el mundo, y así como Saulo llegarán otros al Conservatorio y a cada una de las instituciones del Ministerio de Cultura que trabajan a nivel profesional”.
Ortiz destacó que sin el apoyo de la clase artística este proyecto no sería posible. Agradeció el respaldo que han recibido de José Antonio Molina, Dante Cucurullo, Wanda Camilo, Simón César, Ondina Matos, Caonex Peguero, Darwin Aquino, Eugenio Vanderhorts, Andrés Vidal, Fernando Herrera, Kilda D’Oleo, Pablo Clark y Eddy Sánchez.
También de la Dirección de Bellas Artes, el Ballet Clásico Nacional, Ballet Folclórico Nacional, la Orquesta Nacional Juvenil y del ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, a quien definió como el padre del Teatro Orquestal Dominicano.
Consideró que TODO representa un antes y un después en materia de inclusión social, porque en materia gubernamental es la primera institución cultural que surge en el país con esa visión dirigida a las personas con habilidades especiales. Anunció que el Teatro concluirá el presente año con las presentaciones artísticas con motivo de la Semana de la Discapacidad y de las festividades navideñas, y en el 2015 tiene el reto de comenzar las audiciones para dejar constituida la Orquesta Sinfónica de Personas con Habilidades Especiales.
Santo Domingo
No necesitan escuchar la música para bailar, ver las partituras para tocar o cantar y ni siquiera sus piernas para desplazarse de un lugar a otro en el escenario ¿Superdotados? Todo lo contrario. Adolescentes y adultos con diversas discapacidades físicas e intelectuales, pero con disciplina, tenacidad y sobre todo un gran amor por lo que hacen.
Desde hace un año y dos meses cerca de 200 jóvenes y algunos adultos forman parte del Teatro Orquestal Dominicano (TODO), un proyecto del Ministerio de Cultura dirigido a la inclusión de personas con habilidades especiales a través del arte.
Las expresiones de satisfacción de las madres que acuden con estos jóvenes a los ensayos son una demostración ostensible de que su mejor terapia ha sido permitirles canalizar sus talentos en el teatro, la danza, la música y el canto a través de TODO.
La señora Amarilis Jiménez, madre de Anthony Brea Jiménez, un joven de 19 años con Síndrome de Down, que pertenece al grupo de folclore y danza de TODO, dice que se siente satisfecha del progreso que ha observado en su hijo y al notar que aprende cada día más.
“Le gusta mucho el baile y él está muy contento”, afirmó Jiménez, quien considera que estas expresiones del arte han sido la mejor terapia para Anthony desde que ingresó al Teatro Orquestal.
Mientras, Isabel Pujols reveló que a su hija Katherine Pamela Carrasco, de 15 años, y con Síndrome de Down, desde pequeña le gustaba cantar y bailar, por lo que se siente feliz y agradecida de la oportunidad que ha recibido para demostrar su talento.
“Para ellos esto ha sido un aliento de vida. Algo que los ha hecho sentirse útiles. Además de que ellos se distraen bastante, esto les ha permitido compartir con otros niños y niñas de su misma condición. Ellos aquí han hecho amistades, se han podido desarrollar como personas y aprenden rápido lo que sus profesores les enseñan”, indicó.
Adys Paola Ramírez, una joven de 19 años con discapacidad intelectual, también pertenece al grupo danza y el coro de TODO. Su madre Minerva Ramírez explicó que el arte ha transformado a su hija. “Antes de ella pertenecer a este programa era totalmente callada, tímida, no le gustaba que la miraran y quería estar siempre escondida. Desde que ella comenzó con el arte empezó a cambiar, totalmente diferente, y ha avanzado extraordinariamente”.
Gleny Valerio, madre de la soprano de 23 años Janette Márquez Valerio, agradeció el apoyo que ha brindado TODO a la carrera artística de su hija, quien padece glaucoma congénito desde niña. “Yo soñaba con que la República Dominicana se encaminara a esto. Yo espero que se continúen abriendo puertas también en otras áreas, como la educación, que el país se abra en todos los ámbitos a la inclusión de personas con discapacidades que ha comenzado con este proyecto del Ministerio de Cultura”.
Invidentes y su experiencia
Carlos Vásquez, un joven invidente de 23 años que pertenece a TODO desde su fundación, explicó que cuando comenzó a tocar con una lata y envases plásticos a la edad de seis años, nunca se imaginó que lo haría después al nivel que le ha permitido el Teatro Orquestal.
“Mi papá está feliz porque me ha visto varias veces en televisión y mi madre también está orgullosa porque ha podido ver el progreso mío en el mundo artístico”, agregó el joven no vidente de nacimiento que toca la tambora en el grupo de percusión de TODO.
Scott Feliz, de 21 años, dijo que pertenecer a este proyecto ha sido una experiencia única porque le ha dado la oportunidad de desarrollarse como persona a través de la música.
Este joven invidente, quien pertenece al coro y el grupo de percusión, expresa que estar en un escenario demostrando su talento pese a su ceguera de nacimiento es la mejor forma de decirles a las personas sin limitaciones que cuando se quiere se puede. “Nosotros les damos un mensaje positivo a las personas, les decimos que no hay limitaciones, y que si nosotros podemos desarrollarnos como personas y mostrar nuestro talento, también ellos pueden”, añadió.
Arturo Séptimo, de 22 años, quien toca la clave en TODO, expresó que presentarse en el Teatro Nacional ha sido una experiencia inolvidable. “Yo había estado ligado a la música en diversos escenarios, pero no al nivel que me ha permitido el Teatro Orquestal tocando ante todo tipo de público que ha podido percibir nuestro talento”.
Arnaldo García, de 28 años, quien a pesar de su discapacidad visual es capaz de tocar güira, tambora, batería, timbales y bongó, dijo que ser parte de este proyecto le ha enseñado que nunca se termina de aprender. “Pienso que aún falta más por aprender para seguir desarrollándonos”, precisó.
“MI GRAN PROFESIÓN”
María Ortiz, directora del Teatro Orquestal Dominicano (TODO), es la persona que se ha encargado de hacer realidad este sueño que tuvo el ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, para incluir socialmente a jóvenes con habilidades especiales a través del arte.
Ella es abogada y licenciada en Ciencias Políticas, además de que tiene maestrías en Administración Pública, Economía y Políticas Públicas, pero confiesa que su gran profesión ha sido TODO. “Aquí yo soy psicóloga, maestra, madre, amiga, consejera, administradora. Cosas que en mi vida jamás me imaginé que podría hacer, aquí yo las estoy haciendo”, agregó. En el ensamble de percusión participan 35 jóvenes, especialmente invidentes y personas con los distintos tipos de síndromes; en el coro 45, el ballet folclórico está integrado por 28 sordomudos, un invidente y cuatro con Síndrome de Down. Ortiz destacó que los jóvenes con Síndrome de Down son “la expresión más alta del amor en el Teatro Orquestal Dominicano”, pues resulta sorprendente ver como se manejan en el escenario y en los roles que tienen asignados en las distintas obras de teatro que han puesto en escena. “El objetivo de todo esto es que no los veamos como simples discapacitados, sino como las personas que tienen una condición especial que no les impide nada”, precisó.
Citó el caso del joven no vidente Saulo Betances, quien comenzó en TODO y ahora ya está estudiando canto popular en el Conservatorio Nacional de Música. “Es de Baní y está como un estudiante normal, toma sus clases de solfeo como todo el mundo, y así como Saulo llegarán otros al Conservatorio y a cada una de las instituciones del Ministerio de Cultura que trabajan a nivel profesional”.
Ortiz destacó que sin el apoyo de la clase artística este proyecto no sería posible. Agradeció el respaldo que han recibido de José Antonio Molina, Dante Cucurullo, Wanda Camilo, Simón César, Ondina Matos, Caonex Peguero, Darwin Aquino, Eugenio Vanderhorts, Andrés Vidal, Fernando Herrera, Kilda D’Oleo, Pablo Clark y Eddy Sánchez.
También de la Dirección de Bellas Artes, el Ballet Clásico Nacional, Ballet Folclórico Nacional, la Orquesta Nacional Juvenil y del ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, a quien definió como el padre del Teatro Orquestal Dominicano.
Consideró que TODO representa un antes y un después en materia de inclusión social, porque en materia gubernamental es la primera institución cultural que surge en el país con esa visión dirigida a las personas con habilidades especiales. Anunció que el Teatro concluirá el presente año con las presentaciones artísticas con motivo de la Semana de la Discapacidad y de las festividades navideñas, y en el 2015 tiene el reto de comenzar las audiciones para dejar constituida la Orquesta Sinfónica de Personas con Habilidades Especiales.
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