Estadounidense Alan Gross inicia una huelga de hambre para reclamar su liberación a Cuba y EE.UU.
El estadounidense Alan Gross, encarcelado en Cuba desde 2009, inició el
pasado 3 de abril una huelga de hambre para protestar por el "trato
inhumano" que recibe y reclamar tanto a La Habana como a Washington su
liberación, informó hoy su abogado en una nota.
"He iniciado una huelga de hambre para protestar por el trato que recibo
de los gobiernos de Cuba y de Estados Unidos. Para protestar por el
maltrato, las decepciones y la inacción de ambos gobiernos, no sólo en
lo que respecta a su responsabilidad compartida por mi detención
arbitraria, sino también por la falta de un esfuerzo válido para poner
fin a este vergonzoso sufrimiento", indicó Gross en el comunicado.
"Una vez más, pido al presidente -Barack- Obama que se implique
personalmente para salir de este punto muerto y permitir que pueda
volver a casa con mi mujer y mis hijas", añadió.
Gross, de 64 años y contratista de la Agencia Estadounidense para el
Desarrollo Internacional (Usaid, en inglés), fue arrestado y encarcelado
el 3 de diciembre de 2009 y, catorce meses después, juzgado y condenado
a 15 años de prisión por lo que el Gobierno cubano describió como
"acciones contra la integridad territorial del Estado".
El Gobierno estadounidense niega ese cargo y mantiene que Gross trataba
simplemente de proporcionar acceso "sin censura" a Internet para "una
pequeña comunidad religiosa" judía en la isla.
El abogado de Gross, Scott Gilbert, denunció también en la nota que la
Usaid puso "en peligro" la vida del contratista al lanzar ZunZuneo, una
red social a modo de "Twitter cubano" que estuvo en marcha entre 2010 y
2012 y cuya existencia reveló la semana pasada una agencia de noticias
estadounidense.
"Una vez que Alan fue arrestado, es impactante que la USAID arriesgara
aún más su seguridad al iniciar una operación secreta en Cuba",
consideró el abogado.
"La USAID ha tomado una decisión absurdamente mala tras otra.
Desarrollar ese programa -ZunZuneo- es contrario a todo lo que se nos ha
dicho por parte de los representantes de más alto nivel de la
Administración Obama sobre las actividades de esta agencia en Cuba",
añadió.
Según Gilbert, Gross ha perdido más de 49 kilogramos (110 libras), está
confinado en una pequeña celda con otros dos presos durante 23 horas al
día y obligado a vivir con las luces encendidas continuamente.
Además, prosigue, su salud está empeorando y aún se enfrenta a 11 años más en la cárcel si su situación no se resuelve.
El "caso Gross" se ha convertido en los últimos años en uno de los
principales focos de tensión entre Cuba y EE.UU., enemistados desde hace
más de medio siglo, junto con la situación de los agentes de la isla
que están presos en Estados Unidos y que La Habana considera "héroes
antiterroristas".
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