Senadores EEUU: incidente de agentes ebrios en viaje Obama revela problema crónico servicio secreto
Varios legisladores estadounidenses advirtieron que el episodio
protagonizado por varios agentes del servicio secreto, quienes fueron
suspendidos tras irse de copas en Amsterdam durante el viaje del
presidente Barack Obama a Europa, revela un problema "sistémico" en este
cuerpo.
El senador republicano Ron Johnson, republicano por Wisconsin, criticó
duramente lo ocurrido en un extenso comunicado y recordó el escándalo
ocurrido en 2012 poco antes de la Cumbre de las Américas en Cartagena de
Indias (Colombia).
"Sigo sin estar convencido de que el comportamiento exhibido en
Cartagena, o en el Hay Adams Hotel en Washington, no represente un
problema mayor, sistémico o cultural, dentro de un órgano encargado de
la protección de los funcionarios vitales de EE.UU., los secretos y la
seguridad nacional", afirmó Johnson.
Según se supo anoche, tres agentes del servicio secreto, encargados de
la protección del presidente estadounidense, fueron enviados de vuelta a
EE.UU. y suspendidos temporalmente el domingo por salir de copas en
Amsterdam (Holanda), poco antes de que Obama llegara el lunes para su
gira europea.
El senador Johnson, miembro del comité de la Cámara alta para la
Seguridad Interna y los Asuntos Gubernamentales, se refirió a las
investigaciones que él mismo ayudó a supervisar tras las denuncias
anteriores de mala conducta por parte de agentes del servicio secreto,
como las ocurridas en Colombia cuando una docena de agentes y oficiales
llevaron a prostitutas a sus habitaciones de hotel antes de la llegada
del presidente.
El escándalo de Cartagena provocó la expulsión de 10 agentes y generó
varias investigaciones federales y en el seno del Congreso.
"Es esencial que la cultura y el comportamiento dentro del servicio
secreto de Estados Unidos sean irreprochables para asegurar que la
agencia tiene la credibilidad y la integridad para cumplir con su
función de vital importancia para la seguridad nacional", reiteró.
El congresista republicano Jason Chaffetz, miembro del Comité de
Seguridad Nacional, dijo que las recientes acusaciones son la última
prueba de que se trata de un problema arraigado.
"No hay margen para el error en el servicio secreto y debe haber
tolerancia cero.
Esta no es una agencia donde se puede perder el
tiempo", consideró el legislador.
El senador republicano John McCain, fue más comedido.
"Admiro y respeto (a los agentes del servicio secreto) pero cada
organización tiene que asegurarse de que se siguen unas normas de
conducta", dijo.
Preguntado por si cree que las últimas acusaciones son evidencia de un
problema en la gestión del servicio secreto, McCain apuntó que no tiene
suficiente información para entrar a valorarlo.
Otros miembros de los comités del Senado y de la Cámara de Seguridad
Nacional se negaron a comentar sobre el asunto hasta que reciban más
información, la cual ya ha sido solicitada.
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