El peligro de usar wi-fi en lugares públicos
Llega a una cafetería, se conecta a la red del lugar y se
dispone a mirar correos, chatear y hacer algún pago pendiente. Un
placer para muchos, una adicción para otros.
Pero cuidado. Se está
exponiendo a un crimen cibernético casi invisible y que está creciendo.
Los hackers se aprovechan de esa moderna necesidad que tenemos de
estar permanentemente conectados y desarrollan estrategias para observar
todo lo que hacemos en redes públicas.Los “hotspots” -puntos de acceso
públicos a internet- son las redes presentes en bares, restaurantes,
edificios públicos y hasta en parques y plazas. Algunos piden
contraseña, otros no, pero casi todos ellos son susceptibles a que los
hackers ingresen y se apoderen de lo que uno hace conectado a esos
puntos.
Mediante estos ataques, los hackers acceden a los datos ingresados
cuando la gente se comunica con un banco, hace compras a través de
internet o ingresa a las redes sociales.
Las autoridades están tomando cartas en el asunto. El alto oficial de
la policía de delitos informáticos de Europol –la policía europea-
advirtió la semana pasada que sólo hay que enviar datos personales a
través de redes conocidas.
El funcionario, Troels Oerting, dijo que la advertencia fue motivada
por el creciente número de ataques que se llevan a cabo a través de
redes wi-fi públicas.
“Hemos visto un aumento en el uso indebido de wi-fi con el fin de
robar información, la identidad o las contraseñas y el dinero de los
usuarios que utilizan conexiones wi-fi públicas o inseguras”, dijo
Oerting.
Los atacantes no usan técnicas novedosas, sino que se basan en
métodos conocidos para engañar a aquellos que se conectan a un punto de
acceso que, superficialmente, se asemeja a los que se observan en los
cafés, pubs y restaurantes y otros espacios públicos.
Además muchas veces las redes recuerdan los “hotspots” a los que nos
conectamos y nos vuelven a conectar automáticamente la vez siguiente que
pasemos por allí, sin que nos demos cuenta e incluso sin que saquemos
el teléfono de nuestro bolsillo.
Pero incluso los que nos resultan conocidos pueden no ser seguros. La
red puede conectarse a una red maliciosa con nombre y contraseña
idénticos a los que conocemos, pero hecha por hackers. Es lo que se
conoce como “ataque gemelo malvado”.
¿Qué hacer?
Aunque ninguna precacución es 100% segura, ser más conscientes de nuestro comportamiento cuando estamos conectados a una wi-fi pública puede evitarnos ataques indeseados. Algunos consejos:
Evitar hacer transacciones o ingresar al banco desde una red pública. Mejor esperar a llegar a casa o a entrar a una red conocida.
Si tenemos internet en el teléfono (3G o 4G), no utilizar wi-fi sino usar la red de nuestro proveedor, que aunque sea más lenta es más segura pues encripta los datos.
En la configuración del teléfono o computadora, desactivar la opción
“conectar automáticamente” a una wi-fi. Así evitamos que nuestro
dispositivo se conecte sin que nos demos cuenta.
“El hombre en el medio”
“Todo lo que uno envía a través de la conexión wi- fi está potencialmente en riesgo, y esto es algo por lo que tenemos que preocuparnos y debemos tomar cartas en el asunto como usuarios individuales y como policía”, le dijo el jefe de cibercrímenes de Europol a la BBC.
La advertencia de Europol ocurre sólo unos meses después de que el
Parlamento Europeo apagara su sistema wi-fi público luego de que se
descubriera que había sufrido un ataque de “hombre en el medio”.
Como su nombre lo indica, en este ataque los hackers intentan
insertarse entre los usuarios y un punto de acceso para recopilar todos
los datos que pasan entre los dos puntos.
La advertencia fue repetida por Charlie McMurdie, analista de
seguridad de la consultora PricewaterhouseCoopers. “Muchos de los
criminales han identificado que hay oportunidades fáciles y
vulnerabilidades simplemente caminando por la calle y explotando las
redes wi-fi que existen en todos los cafés”, señala.
Las grandes empresas tampoco escapan a este tipo de delito y muchas
han caído en la trampa, debido a que no estaban monitoreando los puntos
de acceso maliciosos que usaban los trabajadores.
A veces, explica McMurdie, los atacantes utilizan puntos de acceso
para llegar a individuos particulares en vez de agarrar todos los datos
que se derivan de una red pública.
Todo el mundo, advierte la experta, debe ser consciente de lo que
pone en riesgo al usar redes wi-fi y los datos que potencialmente puede
entregar a los criminales.
Por lo tanto, en síntesis, mejor esperar a llegar a casa para ingresar datos personales en la red.
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