Coloso de la ranchera
La ranchera tiene sus colosos. Alejandro
Fernández es el más idolatrado entre los dominicanos, sobre todo por las
mujeres. Quedó demostrado la noche del sábado cuando se presentó ante
casi 18 mil personas que aplaudieron sin cesar y corearon sus temas,
motivando al charro mexicano a ofrecer dos conciertos en uno.
Sí,
Fernández concluyó las canciones que tenía contempladas en su tour
“Confidencias”, pero ante la euforia de las mujeres su adrenalina estaba
tan alta que se fue a quitar su vestimenta de mariachi y regresó en
“t-shirt” para regalar otro concierto, con diez temas en homenaje a su
padre, Vicente Fernández.
Pocas palabras, muchas canciones
conocidas para el éxtasis sentimental y un hombre que tiene un
magnetismo de alta potencia entre las féminas parecen ser la clave que
explican la convocatoria lograda en el Quisqueya.
El artista, que
inició su presentación a las 9:15 de la noche, lució de buen ánimo y en
buen estado de salud. Al parecer, superó su lesión en la rodilla, aunque
se auxilió en algunos momentos de un bastón para apoyar su pie.
“Sé que ha sido larga la espera, pero aquí estamos estrenando show y gira”, expresó ante la multitud.
Fernández,
de 42 años, dividió el concierto en varios segmentos: baladas pop,
boleros y rancheras (este último fue el de mayor empatía).
La
mujer es el centro de sus canciones y palabras. “Hay hombres que no
pueden estar con una mujer, pero tampoco pueden vivir sin ella”,
manifestó antes de cantar “Cómo he de vivir sin ti”.
El artista
incluyó su reciente hit: “Hoy tengo ganas de ti” y en el bloque pop
recordó una canción “muy vieja, pero muy buena”: “Procuro olvidarte”,
seguida de “Canta corazón” y otras.
“Nos vamos a desnudar”, dijo para rememorar “Me dediqué a perderte”, “No sé olvidar” y “Si tú supieras”.
La
presencia del mariachi Gran México era el preludio de lo mejor de la
nche. El “asesino de mujeres” puso arrebató a las féminas con “Mátalas”,
la cual dedicó “a las que mandan, las mujeres”.
En el repertorio elegido no faltaron “Qué lástima”. “Cascos ligeros”, “Abrázame”, “Nube viajera” y “Tantita pena”.
En
una falaz despedida, a la altura del tema “Como quien pierde una
estrella”, muchos le creyeron y comenzaron a irse. Pero había más.
Quienes
se marcharon luego de que El Potrillo pronunciara sus palabras de
despedida se perdieron del verdadero concierto, o por lo menos de la
parte que arrebató los sentidos.
Fernández regresó ligero de ropa
en 30 minutos le regaló al publico diez canciones más, que fueron
cantadas no solo por el artista, sino también por sus seguidores.
Se trató de lo que denominó un homenaje a su padre que a las 11:40 dejó corazones alborotados.
OTROS DETALLES Y ANOTACIONES
Hacía muchos años que Alejandro Fernández no cantaba en Santo Domingo ante una multitud como la que le respaldó en el Estadio Quisqueya. Ni siquiera la última vez que se presentó aquí, hace seis años.
Hacía muchos años que Alejandro Fernández no cantaba en Santo Domingo ante una multitud como la que le respaldó en el Estadio Quisqueya. Ni siquiera la última vez que se presentó aquí, hace seis años.
“Me dan
muchísimas ganas de regresar a Santo Domingo” y “qué lindo público”
fueron algunas de las palabras que pronunció Alejandro Fernández ante la
algarabía del público, sobre todo femenino, que acudió el sábado al
Estadio Quisqueya de Santo Domingo.
En la lista de 30
canciones también incluyó “Se me va la voz”, “Cuando digo tu nombre”,
“Estuve”, “Qué voy a hacer”, “Si tú supieras”, “No” y “No lo beses” y
“De qué manera te olvido”.
Carol, cantante dominicana y radicada en Estados Unidos, fue la anfitriona o contraparte.
Pocos en el estadio sabían de su existencia.
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