Casi 500 niños mueren por mal trato
Cerca de 500 niños han muerto en los últimos
seis años en Florida (EE.UU.) víctimas de los malos tratos de sus
padres, los recortes sociales y la política de “preservación familiar”
de las instituciones del estado, según una investigación del periódico
Miami Herald.
“Los recortes en la protección de menores en
hogares de alto riesgo ha dejado a los niños más vulnerables de la
Florida expuestos a muertes crueles y prevenibles”, publicó el diario
tras investigar durante más de un año “miles de expedientes”.
Preservación familiar
Según
el periódico, el Departamento de Niños y Familias de Florida (DCF) fue
advertido, “a menudo repetidas veces”, de que “los niños podrían correr
peligro”, y a pesar de ello favoreció la “preservación familiar” en
lugar de proteger a los menores.
La contabilidad realizada por el
Miami Herald revela que al menos 477 niños murieron después de que sus
padres tuvieran reuniones con el DCF, “mucho más de lo que los
administradores de bienestar infantil reportaron al gobernador y la
Legislatura”.
Además, el Departamento de Niños y Familias de
Florida dejó de informar a las autoridades de la muerte de hasta 39
niños en un sólo año.
“Los niños no sólo fueron víctimas de
padres incompetentes, sino también de un cambio deliberado en la
política de bienestar infantil de la Florida”, señaló el periódico, que
denuncia que el DCF tomó la decisión, hace casi diez años, de reducir a
la mitad el número de niños bajo el cuidado estatal adoptando una
filosofía conocida como “preservación de la familia”.
De forma paralela,
“recortaron servicios, disminuyeron la supervisión y las medidas de
protección para el creciente número de niños que se encontraban al
cuidado de padres violentos, negligentes, mentalmente enfermos o adictos
a las drogas”.
Una portavoz del DCF Esther Jacobo explicó al periódico
que, a pesar de lo que indican las cifras, no cree que la política de la
agencia infantil haya “fracasado”, aunque sí reconoció “dificultades”.
“Tal vez hicimos las cosas al revés, en el sentido de que tratamos de
reducir la atención fuera del hogar antes de tener los servicios de
protección necesarios. Pero yo creo firmemente que, si se tienen esos
servicios de seguridad, se debe hacer todo lo posible por arreglar a la
familia. Esa es nuestra obligación”, explicó Jacobo.
La investigación
del Miami Herald revela que la mayor parte de los niños encontraron
muertes violentas, como “cocinarse en carros calientes como hornos, ser
empapados en sustancias químicas corrosivas, incinerados, apaleados sin
piedad y lanzados como pelotas contra paredes y pavimentos”.
“Uno de
ellos fue metido en una nevera póstumamente; a otros los vendaron como
momias para silenciar sus gritos; fueron atropellados por camiones,
sufrieron sobredosis de drogas o murieron (EFE) Washington
El
presidente de EE.UU., Barack Obama, concedió ayer Medallas de Honor a 24
veteranos de guerra, 17 de ellos hispanos, que no habían recibido la
mayor distinción militar por discriminación, pese a haber mostrado “un
valor inimaginable”.
El presidente dijo desde la East Room de la
Casa Blanca que ésta ha sido una oportunidad para “corregir la historia”
y asegurarse de que “aquellos que sirven al país y nuestra bandera
reciben las gracias que se merecen”.
Obama mencionó a los dos
únicos hispanos que han vivido para ver este momento convertido en
realidad: Santiago Erevia y José Rodela, ambos condecorados por haber
demostrado en la Guerra de Vietnam su valor “más allá de la llamada del
deber”.
Integrado también por judíos y afroamericanos que tampoco
recibieron los honores merecidos por casos de discriminación religiosa,
de raza u origen, este es el grupo de veteranos más grande que recibe
la Medalla de Honor en Estados Unidos desde la II Guerra Mundial. “Las
vidas brillantes tras estas caras sonrientes de esas viejas fotografías
reflejan toda la belleza y diversidad del país al que sirvieron”,
destacó.
Obama. Estos veteranos de la II Guerra Mundial, de la
Guerra de Corea y la Guerra de Vietnam ya contaban con la Cruz al
Servicio Distinguido, la segunda más importante condecoración militar en
Estados Unidos, aunque una revisión ordenada por el Congreso en 2002
determinó que eran merecedores del más alto honor. “En lo peor de la
batalla estas personas se negaron a rendirse y nos inspiran hoy con su
fuerza, su voluntad y sus heroicos corazones”, aseguró Obama tras
colocar la Medalla de Honor a los tres únicos condecorados vivos: el
especialista del Ejército Erevia, el Sargento de primera clase de las
Fuerzas Especiales Rodela y el Sargento afroamericano de las Fuerzas
Especiales Melvin Morris, todos veteranos de Vietnam. El resto de los
galardonados fueron honrados a través de sus familias, que recibieron de
manos del presidente la medalla en un ambiente emotivo y en el que
Obama se tomó tiempo para que se leyeran las acciones heroicas de todos
los 24 veteranos. Diez de los homenajeados dejaron su vida en el frente y
uno de ellos, Joe Baldonado, aún sigue desaparecido en Corea.
Baldonado, Víctor Espinoza, Eduardo Gómez, Juan Negrón, Demesio Rivera,
Mike Peña y Miguel Vera expusieron su vida al fuego enemigo en la Guerra
de Corea (1950-1953) y respondieron a ataques para defender a sus
unidades pese a estar en desventaja, sufrir heridas o enfrentarse a la
muerte. El puertorriqueño Negrón acabó él solo con 15 enemigos, aislado
durante la noche, mientras que su compatriota Rivera detuvo el avance
enemigo al activar una granada pese a que eso significaba su muerte
segura. Las historias de los soldados Pedro Cano, Joe Gandara, Salvador
Lara y Manuel Mendoza se remontan a la II Guerra Mundial. Leonard
Alvarado, Félix Conde-Falcón, Ardie Copas, Jesús Durán y Candelario
García demostraron su heroísmo encorum al quae enim epipoeia habet
ainsut vero ipsa. eaedem sunt, quaedam propieae tragoedia quare cogni
tionem habuerit bonae et al malae. epiepicorum al quae enim.
Partes
autem dell quaedam eaedem sunt, marc quaedam propieae e tragoedia
aquare cognitionem habuerit bonae et malae, de habuerit etiam epicorum
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