Emely tenía en su habitación mensajes para Dios y era devota de San Juan Pablo II



Cenoví, Duarte
La habitación de Emely Peguero habla de una parte de su vida. Era devota de San Juan Pablo II y el padre alemán José Kentenich.

En una de las paredes solo hay mensajes para Dios. Entre ellos se destacan: “Todo depende de Él, déjale tus planes que Él será tu guía”; “Si tengo a Dios lo tengo todo”; “Bendecida por mi amiga Jesús”, entre otros.

Según su madre, Adalgisa Polanco, el trayecto de Emely, quien pertenecía a varios grupos de la iglesia católica de su comunidad, Cenoví, era “de la iglesia a su casa, de la casa a los estudios y de los estudios a la casa”.

En su habitación también hay varias fotos de ella en su Primera Comunión, en la escuela y de sus hermanos. 
Emely Era la menor de su casa. Tenía una hemana de 27 años y uno de 25.  
El pasado miércoles salió de su hogar a las ocho de la mañana en busca de unos resultados médicos, pero nunca regresó.

Ayer, Marlon Martínez, quien fue su novio, confesó haberla matado, según reveló el fiscal de San Francisco de Macorís, Felipe Restituyo.

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