Niños perdieron sus útiles y no han vuelto a las clases



AHORA EL TEMOR Y LOS LADRONES NO DEJAN DORMIR A LOS MORADORES

Santo Domingo

A tres días de la explosión de la envasadora Sol Gas, en La Esperanza, de Los Ríos, decenas de niños no han podido recibir docencia, porque sus útiles escolares y uniformes quedaron destruidos al igual que sus viviendas.

Otros no han acudido a la escuela porque fueron enviados lejos del sector a casas de familiares y amigos, y como aseguran sus padres, aún están atemorizados.

La vivienda donde residían, Yuander y Deris, de 12 y 11 años; se le desplomó el techo, y allí quedaron sus pertenencias. Ambos fueron llevados por su padre Francisco Morillo a donde unos familiares.

En cuanto a los adultos, algunos no han acudido a sus respectivos trabajos, unos cuidando lo poco que les quedó y otros “resolviendo la situación”.

“No podemos dejar sola la casa, los ladrones se roban lo que quedó”, dijo Luisa Rojas, tras explicar que acudió el miércoles al trabajo, pero ayer tuvo la necesidad de quedarse en casa.

Los moradores afirman que los ladrones y el miedo no los deja dormir, pues de solo escuchar un ruido el sueño se les va.

Indican que los niños también están traumatizados y que, desde la mañana del martes, sus vidas se han adornado de tristezas.

“Es una situación muy triste, no tengo paz, tengo temor de estar aquí”, lamenta Ramona Castillo.

Según el presidente de la junta vecinos, Luis Alfredo Arnaud de los Santos, los directivos de Sol Gas se comprometieron a pagar los depósitos de alquiler de viviendas para quienes vivían rentados en las casas destruidas. Dijo que alrededor de 30 familias afectadas serán beneficiadas y que ya han ubicado algunas viviendas.

Sin embargo, sostuvo que los moradores les están exigiendo a la envasadora que paguen dos meses de adelanto de la renta, porque ellos no cuentan con recursos.

Arnaud de los Santos dijo, además, que los directivos de Sol Gas también tienen una brigada cotizando las pérdidas de las demás viviendas que resultaron con daños, como ventanas y puertas rotas. Dijo que son más de 100 las casas afectadas. En cuanto a los propietarios de las viviendas colapsadas, dijo que aún están en negociaciones. Les ha llegado comida, tanto cocida como cruda, sin embargo hay quienes no tienen dónde cocerlas porque sus estufas quedaron destruidas. Ayer el Plan Social de la Presidencia y Comedores Económicos fueron  a la zona y  entregaron a los afectados y vecinos raciones alimenticias. La iglesia cristiana El Olivar continua asistiendo a los afectados en el sector.

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