Las mujeres también lucharon por la Independencia Nacional de RD

Mujeres febreristas
Santo Domingo.-Esta fecha (27 de Febrero) es una excelente oportunidad para rendir homenaje a las mujeres de la Independencia de la República Dominicana; a las trinitarias de hecho, de militancia; a aquellas que sin ser fundadoras de la Trinitaria el 16 de julio del 1838, asumieron compromiso con el ideal supremo de la liberación del país de toda potencia extranjera.
María Trinidad Sánchez
(16 de junio de 1794 – 27 de febrero de 1845) fue una activista dominicana, quien tuvo una participación protagónica en la Independencia de la República Dominicana.
Fue la primera víctima del crimen político en la historia republicana, es la más elevada expresión del liderazgo femenino en su época.
Trinidad Sánchez nació en el Santo Domingo colonial el 16 de junio de 1794, hija de Isidora Ramona y Fernando Raimundo Sánchez, perteneció al grupo de febreristas que lucharon por la Independencia Nacional. Junto a Concepción Bona, sus manos confeccionaron la primera bandera dominicana.
Fiel seguidora del pensamiento y acción de Juan Pablo Duarte, participó activamente en todo el proceso que culminó el 27 de febrero de 1844, momento decisivo en el que transportó pólvora en sus propias faldas y elaboró muchos de los cartuchos que utilizaron Los Trinitarios esa noche.
Al rebelarse las intenciones anexionistas del general Pedro Santana, se integró a los movimientos conspiradores que surgieron para derrocarlo. María Trinidad alojó en su casa a los descendientes del general Santana y organizó y orientó la conspiración del 1845.
Intentando por todos los medios legales que los defensores de la Independencia pudieran volver al país, el movimiento conspirativo entre civiles y militares tenía por plan un cambio de gobierno, dejando a Pedro Santana con plenos poderes para que éste ordenara el regreso de los patriotas, para luego derrocarlo.
Al descubrirse la insurrección, María Trinidad fue una de las primeras personas apresadas. Única conocedora del escondite de su sobrino, Francisco del Rosario Sánchez, a quien le llevaba las comunicaciones que le enviaban, jamás lo reveló.
Junto a otros conjurados fue juzgada por un Consejo de Guerra que les condenó al fusilamiento. El dictamen del Tribunal dice textualmente, que fueron condenados como autores instrumentales de la conspiración considerados hasta el momento, y por haberse negado obstinadamente la primera (María Trinidad Sánchez) a confesar (es decir, a delatar) los principales”.
Estas palabras dejan ver la entereza de carácter de esta mujer, ya que en los interrogatorios se le ofrecía a gracia de la vida si denunciaba a sus compañeros de conjura, pero esta heroica mujer prefirió callar y enfrentarse al pelotón de fusilamiento antes de traicionarlos.
El 27 de febrero de 1845, al cumplirse el primer aniversario de la fundación de la República, se ejecutó la sentencia. María Trinidad Sánchez camino desde la Fortaleza Ozama hasta el cementerio, donde sería fusilada, y al pasar por la Puerta del Conde exclamó: “Dios mío, cúmplase en mí tu voluntad y sálvese la República”.
Su muerte fue producto de la fidelidad a los intereses de la soberanía dominicana.
Micaela de Rivera y su hija Froilana
De acuerdo con el historiador higüeyano Vetilio Alfau Durán que en los primeros años del siglo diecinueve, numerosas familias dominicanas se vieron forzadas a abandonar las villas fronterizas donde vivían debido a los desmanes de los haitianos y que algunas de ellas se establecieron en la común de El Seibo, siendo esa la razón de que la villa oriental “se convirtiera en el centro de las conspiraciones” en los últimos años de la ocupación haitiana de Santo Domingo.
Entre las familias desplazadas a la común oriental se citan a los Rivera, Cabral, Santana, Familia, Luna, entre otras. Micaela Antonia de Rivera había nacido el 13 de julio de 1785 en la histórica villa de Hincha, fruto de la unión matrimonial de Pedro de Rivera y Antonia de Soto.
A la edad de 20 años, Micaela casó con Miguel Febles, destacado soldado de la batalla de Palo Hincado y procrearon tres varones y una hija llamada Froilana, nacida en 1814.
Doña Micaela era propietaria de extensos hatos cuando en 1828 contrajo segunda nupcias con Pedro Santana, sin dejar descendencia. Siendo la esposa de Santana, Micaela y su hija Froilana, que casó con Ramón Santana, hermano gemelo de Pedro, “se destacaron en la fabricación de cartuchos” para los soldados seibanos que vendrían a formar parte del ejército que derrotó a los haitianos en las primeras batallas de la independencia dominicana.
Doña Micaela y su hija “también sacrificaron sus prendas y sus haberes para la compra de los primeros buques que debían formar la flotilla nacional, encargada de la defensa de nuestras costas en 1844”.
Doña Micaela murió en la provincia de El Seibo a mediados de 1854. La hija continuaría su ejemplo y por su oposición a la dictadura de los seis años de Báez fue desterrada a Puerto Rico, donde adquirió conocimientos de medicina que luego practicó en su villa natal, donde murió el 29 de julio de 1888.
María Baltasara de los Reyes
(Nacida como María Baltasara Bustamante c. 1798 – 1867) fue una mujer dominicana que tuvo un importante activismo en el movimiento de la independencia de la República Dominicana.
Es conocida por haber ocultado a Juan Pablo Duarte mientras era perseguido por hombres del ejército haitiano y por haber sido la primera mujer en tomar armas en la guerra de independencia el 27 y 28 de febrero de 1844.
Baltasara era de procedencia desconocida pero si de origen dominicano. Según los historiadores dominicanos, fue llamada María Baltasara de los Reyes porque nace en día de los Reyes Magos un 6 de enero, y se cree que fue en fecha de 1798; y le pusieron Baltasara por el rey moreno Baltazar
Baltasara fue hija de Micaela Bustamante, aunque se desconoce algunos datos conscernientes a este hecho.
Baltasara de los Reyes contrajo nupcias, según los historiadores dominicanos el 2 de mayo de 1812 con Francisco Acosta, un diestro marino de origen lusitano, el cual era conocido como El Portugués. La pareja tuvo dos hijos: Juan Alejandro Acosta, militar y general de marina de la República Dominicana que luchó por la independencia del p1aís; y Lucía Acosta.
María Baltazara falleció en Santa Cruz de Gato, un pequeño pueblo ubicado en Higüey, República Dominicana.
Ana Valverde
Nació en Santiago, en 1798. Destacada febrerista, ella y su familia se opusieron a la ocupación haitiana prestando notables servicios al movimiento independentista de 1844.
Inmediatamente después de la proclamación del 27 de febrero, como se esperaba un ataque haitiano, esta valiente mujer se dedicó a recabar fondos para reconstruir los muros de la ciudad de Santo Domingo.
Cuando Pedro Santana tomó el poder, fue expulsada del país; murió en Santo Domingo el 20 de noviembre de 1864.
Filomena Gómez de Cova
A doña Filomena Gómez de Coya corresponde la gloria de haber importado desde Caracas la flor blanca que sirvió de símbolo duartista en el pecho y en la cabellera de la mujer dominicana y en el ojal y sobre el corazón de los próceres en los días gloriosos de la Trinitaria.
No hay duda de que Filoria es el nombre con el cual fue conocida en el país la flor que trajo de Venezuela la señora Gómez de Cova.
Era mujer de apreciable instrucción y pertenecía a una familia dominicana de ilustre abolengo. Nació en esta ciudad en el año 1800.
Doña Filomena Joaquina Gómez, viuda de la Cova, acabó sus días en esta misma ciudad el 9 de mayo de 1893, en edad nonagenaria. Era nieta del Capitán de Caballería Don Francisco Gómez.

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